Era un día de verano bastante caluroso, de esos que solemos pasar en nuestra bella Isla. Acababa de mudarme desde un pueblo llamado Hato Mayor del Rey para Santo Domingo, era la segunda vez que venía a vivir para la capital y estaba bien emocionado porque era mi ultima mudanza (ya teníamos 10 en la cuenta). Bueno, ese día era mi primer día de clases, por fin vería a todos mis amigos que desde hacia mas de 5 años no veía.Leer mas...
Entré al patio del colegio e inicie la búsqueda de rostros familiares a ver si encontraba alguno; lamentablemente mi búsqueda se vio frustrada la no recordar ninguna cara. Fue entonces cuando escuche: MI HERMANO!, uff ya todo estaba tranquilo… alguien me conoció… era mi primo, bastante alegrías de verle me llevé.
Una vez que entramos al aula, sucedió algo increíble… vi a la chica mas hermosa de toda el aula (aunque de verdad… en el aula todas eran lindas en diferentes formas y sentidos)… ahí fue entonces cuando sentí el vértigo que me estremecía desde las piernas hasta la cabeza. De verdad me sentía totalmente nervioso y no podía prestar atención a los profesores… toda mi atención estaba centrada en ella. Su nombre era Kimberly, para mí no había nada mejor que estar cerca de ella… hasta que me di cuenta de que todos evitaban hablarle mucho… exceptuando a mi otro amigo de infancia José… ello me intrigó y al preguntar me comentaron que eran novios. Aun así me llamaba la atención ella, pero todo era diferente por ser novia de un amigo. Fue entonces cuando decidí mantener distancias y olvidarlo todo.
Unos días después conocí unas facetas de ella que no me agradaron para nada y de inmediato la tilde de prepotente, sabelotodo y con aires de superioridad. Comencé a aborrecer estar cerca de ella, recuerdo que durante todo el año simplemente intercambiamos palabras unas 4 veces.
Yo no era el alumno sobresaliente de la clase, tampoco era parte del promedio; yo era parte de aquellos que simplemente nunca entendían nada de lo que se estaba explicando en la pizarra y a pesar de los esfuerzos, todo quedaba en el espacio sideral. Supongo que ninguno de mis compañeros y/o profesores entendían mi problema: yo estaba teniendo dificultades serias en el aprendizaje por un desorden emocional y educativo, debido a los tantos centros docentes que había visitado. Todo esto había afectado mi autoestima a un punto en el que me consideraba como el menos hábil o capaz de toda el aula. Fue justo el año donde mi vida dio un giro de 360 grados.
No hay comentarios:
Publicar un comentario